Con el paso de los años los fertilizantes químicos o agroquímicos han tenido un impacto ambiental importante, ya que para producirlos se requiere de un alto contenido energético y los suelos sufren contaminación y acidificación.

Como alternativa a esta problemática se desarrollaron los que hoy conocemos como biofertilizantes. Los biofertilizantes son productos elaborados a base de restos vegetales, bacterias, hongos y microorganismos, utilizados en la fertilización y nutrición vegetal.

Algunos de los beneficios que podemos mencionar son:

• Disminución de los costos de producción.
• Aumento de la producción agrícola
• No degradación del suelo.
• Favorece la captación de agua, nutrientes y minerales.
• Protección contra patógenos
• Mejora la estructura del suelo.

Un ejemplo de los biofertilizantes o bioinoculantes, es la Trichoderma. La trichoderma es un hongo que se utiliza para controlar enfermedades causadas por hongos fitopatógenos. Actúa como parásito de hongos fitopatógenos, lo penetra con sus hifas, aprovechando sus nutrientes, produce enzimas que destruyen las paredes celulares. Esto favorece el crecimiento de las raíces de las plantas y mejoran la salud y el desarrollo de las plantas, además, no son patógenos para el hombre y el medio ambiente.

Beneficios de la TRICHODERMA:

• Incrementa la función de los nutrientes.
• Incrementa la Tolerancia al stress salino.
• Facilita la descomposición de nutrientes.
• Incrementa la resistencia de enfermedades.
• Incrementa la fertilidad del suelo.

Para el cultivo y producción de hongos como la trichoderma, es necesario utilizar un Biorreactor tipo Airlift o Neumático que permite una agitación neumática, ya que los hongos filamentosos son sensibles a impulsores y hélices que requieren una alta tasa de transferencia de oxígeno y un mayor tiempo de permanencia de las burbujas en la columna de líquido.